El artista multifacético Juan Tauil lanzó “Audiocrónicas” (Los Años Luz discos), álbum digital que contiene crónicas y canciones relacionadas con su Santiago del Estero natal.
“Audiocrónicas” es un disco en dos tomos: uno diurno con canciones y textos luminosos y otro nocturno, en el que la realidad se funde con la ficción más oscura. La música y los arreglos de todos los tracks son de autoría y dirección de Tauil. Los textos – algunos propios, otros contemporáneos, y otros históricos de autores diversos- le dan forma a ese universo que remite a un Santiago del Estero de otra época, con personajes entrañables, paisajes subyugantes y leyendas escabrosas.
La presentación oficial tendrá lugar este viernes 15 de julio a las 20 hs. en la sala David Lynch de Tai Teatro (Charlone 1752 – CABA), con Juan Tauil (voz y bombo), Federico Orio (bombo legüero), y la presencia del performer Orkgotik como invitado. Los mitos y leyendas terroríficas de Santiago del Estero bien descriptas por Ricardo Rojas, dan forma a un show con una performance inquietante.
El Reducto Cultural dialogó con Juan Tauil antes de la presentación y conversamos sobre música, periodismo, la lucha de género, entre otras cosas que rozan la vida del artista:
– ¿Cómo nace “Audiocrónicas”?, ¿Pudiste componer y escribir en pandemia?
“Audiocrónicas” nace de una necesidad propia de asociar dos lenguajes con los que venía trabajando por separado: la idea era fusionar literatura con música. Empezamos a grabar este disco doble unos días antes de la pandemia y tuvimos que parar durante unos meses hasta que volvimos a las reuniones presenciales.
– ¿Cómo viviste el proceso de composición y grabación?
Las grabaciones fueron muy placenteras, las llevamos a cabo en el teatro TAI de Villa Ortúzar, dónde armamos un estudio con nuestro ingeniero de sonido. Pasamos largas horas con los músicos Federico Orio (bombo), Norbi Cródoba (bajo acústico), Pablo Farhat (violín), Martín Santagada (guitarra eléctrica) y Chari Susevich (teclados) y con la compañía de Javier Tenenbaum del sello Los Años Luz del que formamos parte. La cocinera del lugar nos mimaba con platos latinoamericanos frescos y debo decir que cada jornada fue una fiesta donde siempre hubo lugar para la experimentación.
– Este viernes 15 de julio lo presentas en la sala David Lynch de Tai Teatro. ¿Cómo estás preparando el show?, ¿Te parece complejo llevar lo grabado al vivo?
El show es un ritual que ya está muy trabajado, muy ensayado. Este rito nació primero que el disco, por lo que el desafío fue al revés: cómo llevar el show en vivo a la sala de grabación y poder amalgamar los instrumentos de una manera orgánica. La sala David Lynch de TAI Teatro parece hecha a medida de nuestro show: es un espacio muy acogedor, cubierto de telones de terciopelo azul y un foyer de terciopelo rojo. Ya estamos colocando la iluminación de neones de cristal -los de verdad- que fueron diseñados por el artista Ariel Mora y nuestra diseñadora gráfica Lis Altamirano, que es la autora de las tapas del disco y de los singles.
– Tucumán y Santiago del Estero son provincias vecinas, ¿Los mitos y leyendas son similares?
Tucumán tiene un historial de leyendas muy interesantes que tienen que ver con la dictadura. El familiar -una de las leyendas que cuento en el segundo tomo de Audiocrónicas- nace de la explotación en los ingenios y de las violaciones de los derechos humanos, es una metáfora maravillosa de Néstor Soria. Dicen las lenguas que saben de leyendas que fue un santiagueño con un puñal de plata el que acabó con esa bestia que mataba obreros que luchaban por sus derechos laborales.

– ¿Cual es el personaje o el mito que más te intriga o te llama la atención?
Todos los mitos que vengo trabajando desde el primer disco de mi banda “Sentime Dominga” me interesan, me atraen. Siempre me gustaron las historias, las leyendas que involucran transformaciones y monstruosidades.
– ¿Qué se puede hacer desde los medios para divulgar el quechua?
Los idiomas resisten, sobreviven por la difusión. Los medios deben difundir, amplificar y visibilizar a las lenguas que ya existen. El quichua está ahí, en nuestra cotidianeidad, sólo hay que saber mirarlo, valorarlo, animarse a jugar con él.
– ¿A que te referís cuando hablas del concepto de «La arqueología propia»?
Arqueología Propia es buscar, husmear, pispear en lo que uno tiene en su biblioteca y hacer con esos materiales otra cosa, una obra.
– Cómo periodista y escritor, ¿Como te informas actualmente?, ¿Te llevas mejor con el papel o con la pantalla?
El único papel que uso es el de los libros. Revistas y diarios los consumo de manera digital. Yo empecé el periodismo cuando internet ya existía así que estoy familiarizado con la pantalla desde siempre.
– A la hora de escribir sobre un tema, ¿Qué tan importante es la tarea investigativa del periodista?
Es crucial primero que nada tener un tema, encontrar una veta en la cual profundizar. Los límites son muy importantes en el momento de elegir un tema de investigación, para evitar irse por las ramas.
– ¿Cuál fue la experiencia más importante que tuviste como periodista?
Mi experiencia más importante es justamente ésta: crear un nuevo género que me permite asociar el saber de la escritura y de la música, ser mi propio jefe y gestor y lo más importante es que esto recién empieza, ya que mi objetivo es alcanzar la mayor cantidad de oyentes. Me ayuda muchísimo el auge de los productos sonoros en la que muchos llaman «era de la audificación».
– ¿Qué cambió a partir de la Ley de Identidad de Género?
Las leyes plasman y legitiman situaciones que ya existían. Esa fotografía ya fue tomada, ya estamos conscientes del daño que el Estado y la sociedad le infringió a un colectivo cuyo promedio de vida todavía no supera los 35 años. No basta con una ley, los derechos se pueden perder, no hay que dormirse.
– ¿Cuál es el próximo paso en la lucha para obtener más derechos e igualdades para la comunidad travesti, transgénero y transexual?
Veo que las nuevas luchas van a venir de la mano de las comunidades marrones. La visibilidad marrón abrazará a todas las disidencias y le darán un empuje que todavía no imaginamos, si a esto le sumamos el poder de los medios de comunicación digitales y las nuevas organizaciones populares de información.
– A la distancia y en el tiempo, ¿cómo analizas el impacto del documental “T”?
«T» es un documental que tuvo muy poca difusión, por lo que creo que no tuvo demasiada influencia: lo que sí puedo asegurarte es que es un documento que muestra cabalmente un fragmento my importante de nuestra historia de militancia, que fue la que realmente impactó sobre la realidad.
– La última pregunta: parafraseando al gran Luis Alberto Spinetta; ¿Cuando fue la última vez que el arte te atacó?
¡Anoche!
– ¡Muchas gracias, Juan!
Nota de la Redacción: En los siguientes enlaces se puede escuchar los dos tomos de «Audiocrónicas».
Tomo 1. Click aquí.
Tomo 2. Click aquí
